CLAUDIO GOMEZ / LIC. EN COMUNICACIÓN / DOCENTE FAC. DE PERIODISMO UNLP / VICEPRESIDENTE DEL CONSEJO GENERAL DE EDUCACIÓN (DGCyE) PCIA. DE BS. AIRES

El arte de la generosidad. La fotografía es el arte de congelar el momento. Constituye una forma de anti-infinito, una represión de la eternidad. Una retracción del universo. Ahora, elegir cuál es el instante que debe quedar impregnado en imagen no es una tarea para cualquiera.

Pintor sin pincel, el fotógrafo desarrolla -si no lo trae natural- un arte escénico que congela espacio y personas, o espacios solos o personas solas. La soledad parece también un reflejo de la soledad del otro. En inversa, la imagen va hacia a la del fotógrafo, lo busca y tras la lente, está la soledad óptica de un hombre o de una mujer, sola en su destino de retratante.

El fotógrafo ve lo que para los demás pasa desapercibido. Tiene un objetivo, como su instrumento, que visualiza la impronta de lo imposible.

En ese menester se encuentra ahora Eduardo Finocchi. No lo sé a ciencia cierta, pero lo sospecho. Tal vez ni siquiera tenga la máquina en sus manos, pero su ojo avizor debe estar detectando un momento. O, quizás, intuyéndolo.

No será su jubilación (trámite de la burocracia que los artistas no conciben) la que lo deje en retiro. Hará falta mucho más que eso, porque su mirada mira siempre, observa de forma inevitable.

Acercarle un mate o tenderle la mano para el saludo es, para su potencial, menos un rasgo cotidiano, que una escena que podría merecer una foto.

No ejecuta el acto de fotografiar a diestra y siniestra por respeto, por esas cosas que manda la vida, por razones que rellenan la vida, una vida que separa el tiempo entre una y otra imagen. Su vida es eso: lo que pasa entre una imagen y otra.

Ese es mi amigo, Finocchi, el que pone a vuestra disposición sus composiciones en esta página y futuro libro.

Ahora, quisiera obviar al profesional y referirme a su amistad.

Hace unos años, tuve por empleo la reconstrucción del área de prensa de la Casa de Gobierno. No importan los actores en esta trama, porque mencionarlos sería recordar una nimiedad. Solo -les ruego- centren su atención en el comportamiento de Eduardo: Plena crisis, un gobernador se había llevado hasta la esperanza y con ella buena parte del material de Prensa. Asume su segundo. Ahí llegó yo. El equipo de reporteros gráficos estaba, pero poco o nada servían los negativos que habían conservado para ilustrar las realizaciones del nuevo funcionario. Debíamos mandar fotos a los medios y fotos no había.

Vengo de familia de reporteros gráficos. Sé que se ayudan entre ellos, que son esencialmente solidarios y también conozco el cuidado con el que guardan su material.

Por eso, pedirle fotos a Eduardo era un poco irrespetarlo: él había guardado lo que otros habían desestimado. Igual se las pedimos: la desesperación de los periodistas produce un desprejuicio parecido al del enamorado que mira cómo su amor se marcha en el tren final.

No más de cinco minutos tardaron las fotos en estar en nuestra mesa de trabajo. ¿Generoso? Más que eso. Y como la generosidad solo requiere un gratuito “mil gracias”, insistimos en otras oportunidades y las gracias se multiplicaron por cientos de miles.

Finocchi, Fino, nunca sospechó cuánto había colaborado con mi tarea.

Por eso, cuando me escribió para que construya un prólogo a este libro, su llamada virtual me convocó a viejas y emotivas memorias. Nostalgias. Recuerdos de amigos que figuran en la lista de horas de arduas tareas y vigorosos errores.

Fino es un amigo al que veo poco, pero recuerdo mucho. Como pasa con las fotografías, este momento es una escena en la que un humilde periodista tiende la mano y acerca un mate a ese amigo que siempre enseñó la más difícil de las materias: la solidaridad por la solidaridad misma. Gracias por todo, Fino.

DR. OSVALDO PAMPARANA / BIOQUIMICO / DOCUMENTALISTA / ESCRITOR / CIUDADANO ILUSTRE DE LA PLATA

Un día, ya hace muchos años, el destino y la suerte hicieron que pudiera conocer a Eduardo Finocchi. Ese día, fue sólo un fotograma de la película que comenzamos rodar juntos. Tuve la suerte de compartir cada uno de los treinta y tantos que con su presencia impregnó de un magnetismo especial la sala de foto prensa de la Honorable Cámara de Diputados. Hoy, el amigo, me honra y con la humildad y el humanismo que son su esencia y lo caracterizan me invita a que escriba algunas líneas que referencien su tarea como “Periodista”. Pedro Bonifacio Palacios tampoco se recibió de maestro y sin embargo ejerció su profesión como lo hizo Eduardo, con dedicación extrema y con pasión. Ninguna de sus fotos sólo fue un clic, en cada una de ellas se percibe su corazón, su alma y su excelencia.

Del maestro Eduardo Finocchi y su tarea como fotógrafo se podría escribir un voluminoso texto, a medida que escribo estas líneas intento la difícil tarea de recordar a cada uno de los presidentes que ocuparon ese cargo en la Cámara de Diputados y no lo puedo lograr. Estoy seguro que no sólo me debe pasar a mí, pero la imagen que prevalece de la persona que asocio con ese lugar es la de Eduardo Finocchi. Su honestidad, su buena disposición a colaborar con quien se lo solicitara, en mi caso muchas veces, sus impecables y valiosos archivos, su don de gente, el honrarme con su amistad y sobre todo su humildad hace que no pueda ser objetivo. Eduardo no paso por su vida laboral de manera desapercibida y eso ya es muy valioso, pero lo que más lo enaltece son las mejores fotos logradas en su vida que son aquellas que honrosamente llevan su apellido.

Amigo, maestro, estoy seguro que su página y futuro libro será como su vida una noble realización y una alegría para su corazón.

CRISTINA RAMOS / LIC. EN COMUNICACIÓN / EX DIRECTORA DE PRENSA DE LA CAMARA DE DIPUTADOS BONAERENSE

No todos lo saben, pero el laboratorio de “Fino” en la Honorable Cámara de Diputados, lugar en el que se desempeñó más de 30 como Jefe de fotografía, era una puerta del tiempo.

Al atravesarla, te encontrabas, contra la pared, cientos de fotos de aquellos visitantes ilustres que habían pasado por el Palacio Legislativo. El Dalai Lama, Alfonsín, deportistas, artistas, visitantes extranjeros, todos convivían sobre la pared de azulejos del Laboratorio de Fotografía del Palco de Prensa de la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires.

Allí, las cajas de archivos de negativos, coexistían con una computadora con los nuevos programas de edición, el scanner y el mate, siempre listo para sentarse un rato y conversar, mientras el obsesivo de Fino te daba charla, pero seguía con la mirada clavada en la pantalla haciendo retoques a alguna foto que tenía que estar lista para ayer.

Como testigo de la historia, ese enorme privilegio que poseen los fotógrafos, Fino atesoraba sus fotos, de personas, de la ciudad, de la Cámara, como quien se sabe poseedor de lo efímero, aquello que pasó y tal vez no vuelva a pasar, salvo porque está ahí, registrado por la lente de una cámara.

Pero creo que el lugar son las personas que lo habitan. Ese lugar ya no existe tal y como lo recuerdo, pero existe porque yo y muchos más lo recordamos, porque tengo fotos de y en ese lugar.

Tuve el placer enorme de ser su compañera de trabajo, me enseñó muchas cosas, no solo de fotografía, sino sobre ética de trabajo, compañerismo y profesionalismo.

Y porque estoy segura que si necesito alguna foto de algo que sucedió allí o en la ciudad de La Plata, no tengo más que decir solo las palabras mágicas: preguntale a Fino, el seguro que las tiene.

MARCELA MILONE / PERIODISTA / PRODUCTORA DE TV / DOCENTE / REALIZADORA / ASESORA DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN

El sabía antes que todo el resto cuál era el trabajo del día y donde teníamos que viajar. En aquella época, años 90, los actos peronistas eran una mezcla de desprolijidad, incertidumbre y mucha pasión. Eduardo Finocchi, preparaba con anticipación sus rollos de fotos, sus cámaras y sus lentes.

Entre caravanas políticas y visitas a cada distrito del conurbano profundo, ahí estaba él, apuntando en el lugar exacto e imaginando que el personaje subido al escenario no era bienvenido, por lo tanto, salía de cuadro, con una facilidad asombrosa. Sabía todos los trucos, conocía todos los humores de los personajes y aprendía todos los días un detalle nuevo para sus fotos. Se retiró en el momento justo. Ahora no hay actos políticos, ahora hay plataformas en el centro de la escena y se habría aburrido demasiado porque el desafío de comprender el instante ya no está. Ahora todo es coaching.

RICARDO SALAS / PERIODISTA / COLUMNISTA POLÍTICO BONAERENSE DE LA NUEVA PROVINCIA Y RADIO LU2 DE BAHIA BLANCA

Me resulta muy difícil despegar a un auténtico profesional de la fotografía con un tipo de características humanas extraordinarias. Finocchi combina ambas virtudes, es y seguirá siendo sinónimo del dinamismo democrático dentro del palacio legislativo.

WALTER MARTELLO / DIPUTADO PROVINCIAL (MC) / DEFENSOR ADJUNTO DEL PUEBLO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Fueron ocho años en la Cámara de Diputados, donde quedaron muchos recuerdos, pero sobre todas las cosas había momentos particulares que solo podían ser retratados por quién no solo conociera ese recinto, sino que tuviera la fineza de encontrar el instante.

Esos instantes, esas fotografías de una parte de mi vida, hoy son los portarretratos que llevo a cada lugar, que se exhiben en la casa de mis padres, mis hermanos y amigos De allí que han pasado a ser parte de una exhibición particular, una galería de fotos donde hasta parezco importante, es la magia del profesional captar el momento, el mejor momento, de allí mi agradecimiento enorme a Eduardo Finocchi.

PABLO HOLDSMANN / PERIODISTA / / INSTITUTO DE FORMACIÓN DOCENTE DE RIO NEGRO / EX CORRESPONSAL EN LA PLATA DEL DIARIO LA CAPITAL MDP

Eduardo "Fino" Finocchi: excelente profesional pero, más que eso, un ser humano solidario, cordialr y respetuoso. Fino querido, estoy muy agradecido de haber podido compartir con vos un tramo del camino de la vida, personal y laboral. Y orgulloso de acompañarte – a la distancia- en la concreción de este logro. Abrazo enorme.

MARCELO RAÚL ARCE / VIDEÓGRAFO / UTN

Que puedo decir de Fino como profesional y como persona... realmente un trabajador incansable, siempre dispuesto y diligente sobre todo para aquellos trabajos que son del estilo de la H.C.D... "para ayer". Mago del curto oscuro que sacaste infinitos "conejos de las cubetas" con la calidad y presteza que requerían los trabajos, como amigo, un honor y orgullo de haber compartido montones de cosas... amigo leal y solidario... Un fuerte abrazo para el "fogonazo de Fino".

HERNAN MARTHY / PERIODISTA / CORRESPONSALÍA LA PRENSA Y LA CAPITAL DE MAR DEL PLATA / WEB EN 40 LÍNEAS

Conocer primero a la persona y luego al laburante fue uno de los privilegios que tuve con Fino. Llegar con los diarios cada mañana a la oficina, en la que junto a Anibal De Cristófaro los tres compartíamos algún mate, me dio la posibilidad de saber quién era cómo persona.

El tiempo vio cambiar su profesión, pasó de las cámaras analógicas de rollo a las digitales, que mutaron en grandes armatostes hasta llegar a copiar en forma a las predecesoras. Pero si bien la herramienta cambió, la calidad de su trabajo permaneció intacta. Mi labor cambió también, ya no llevaba el diario cada mañana, ahora era el encargado de contar la realidad desde mi particular punto de vista y en algunas ocasiones pude darme el lujo de solicitarle a este laburante de la luz y la sombra algún fotograma que ilustrara mi nota.

Conocer a Fino es uno de los placeres que me da esta profesión, admirar su trabajo es un privilegio que puedo darme y contar con la posibilidad de estar en este raconto de sus 30 años en la Cámara es un chance que no puedo dejar pasar…

Felicitaciones amigo

Diputada provincial Sandra Paris (UCR)

Estimado Finocchi: Con todo gusto voy a acompañar el proyecto. Sobre todas las cosas porque estoy convencida que es muy merecido por el trabajo que realizas.

Has sido compañero de trabajo y destaco en vos además del profesionalismo, los valores como persona.

Un abrazo grande y felicitaciones!!!

Diputada provincial Rita Liempé / Bloque Unidad Popular

Con mucho gusto acompañaré la presentación de tu página, por que has dedicado a tu profesión pasión y entrega incalculable, por que sos un trabajador que ama y disfruta lo que hace, y has dejado un legado maravilloso plasmado en seguramente millones de imágenes que hacen a la historia de la institución, pero también a tu historia personal, y el de cada trabajador que se ve reflejado en vos. Por mi fuerte vínculo con ese maravilloso mundo, deseo que recibas todos los honores que merecés, y que a partir de tu retiro, puedas dedicarte a los placeres de la vida, la familia los amigos y lo que hayas postergado por falta de tiempo. ABRAZO CON EL CORAZON.....!!!!

Roberto Tobares / periodista /Editor de Varela en Red / Florencio Varela

Gracias amigo Fino, por darnos siempre lo mejor en la Web. Hermosas fotografías y muchos recuerdos de mis 25 años en esa casa. Por supuesto el recuerdo de un hombre, compañero leal y trabajador. Padre ejemplar, gracias Fino mayores deseos de Paz y Prosperidad para vos y tu familia.

Roberto G. Abrodos / webmaster de www.laplatamágica.com.ar

Hermosa pagina Fino, con la natural elegancia de sus trabajos, ya sea fotográficos o en la Web, siempre tienen algo muy personal, el detalle propio, que puedo decirle, más que felicitarlo estimado amigo.

¡¡Un fuerte abrazo y adelante!!

EUSEBIO AZORIN FERNANDEZ / JURADO DE HONOR DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE SOCORROS MUTUOS Y BENEFICIENCIA DE LA PLATA. /. CONSEJERO TITULAR DEL CONSEJO DE RESIDENTES ESPAÑOLES EN LA PLATA Y SU ZONA DE INFLUENCIA.

CONDUCTOR DEL PROGRAMA "ENTRA A ESPAÑA SIN LLAMAR, VIVIR ES VOLVER" EN AM 1570 RADIO ROCHA, PREMIO “BUEN VECINO” POR SU "ACCIONAR COMUNITARIO" OTORGADO POR LA MUNICIPALIDAD DE LA PLATA

Don Eduardo, permitame llamarlo asi, usted es un maestro del cual se aprende. la idoneidad de la cual hace gala, de su forma de bien como persona y el placer que nos da al ver este trabajo. Lo seguire disfrutando hasta que dios me lo permita, pues como emigrante esta Ciudad de La Plata me dio todo, mujer, hijos y nietos.